martes, 19 de diciembre de 2017

Carta al amor

Clasificada en la 9ª posición de  15º Concurso Internacional de Cartas de Amor de “El Canal 2”, Radio Iris 7, Burgos España

Amor:
¡Es hora de que nos digas quién eres en realidad!
Estás en boca de todos y en tu nombre suceden cosas hermosas y otras espantosas. Has servido para hacer feliz o para desgraciar la vida de las personas. Cada quien te define a su manera, pero es necesario que tú mismo te definas para que podamos apreciarte en tu verdadera dimensión.
Humildemente, voy a intentar ayudarte.
No eres deseo, ni pasión. No eres ni las mariposas que revoletean en el estómago, ni el trepidar galopante del corazón,  ni la nube que ofusca la mente. A veces esas sensaciones son apenas el germen que te allana el camino. Lo que llaman “hacer el amor” no siempre hace honor a tu nombre, a veces es todo lo contrario. No eres un asesino y por lo tanto no es posible que existan “amores que matan”. Lo que califican como “amor libre” debería llamarse por otro nombre. Es imperativo que te desligues de todas esas falsas concepciones que se alejan de tu esencia. 
No eres automático. Unos padres no aman automáticamente a sus hijos, ni viceversa, como tampoco unos hermanos entre sí por el solo hecho del vínculo sanguíneo.  No se ama a una mascota ni a una planta por el solo hecho de poseerla. Hay demasiadas evidencias que así lo demuestran, basta con leer las noticias. Quien realmente ama no es capaz de hacer sufrir al ser amado.
No tienes nada que ver con la política ni con el ejercicio del poder. Hay quienes ejercen esos roles y aseguran a voz en cuello que aman a sus seguidores  o a sus  gobernados, mientras los hechos demuestran lo contrario. Amar no es dar limosna. El que realmente ama no exige adhesiones o votos a cambio. Tampoco somete a quien dice amar ni decide por él.
No estás sujeto a condiciones. No eres negociable. No estás atado al dinero. Con él se puede comprar el tiempo de una persona e incluso el derecho de usar y abusar de su cuerpo. Tú, como dice la vieja canción, ni te compras ni te vendes. El amor no puede tarifarse.
Que me perdone la Academia, pero tampoco eres un sentimiento. Este es un estado temporal del espíritu y tú eres permanente. Cuando existes, provocas sentimientos sublimes pero definitivamente eres algo más que eso. Eres definitivo. Cuando alguien dice que se le acabo el amor es porque nunca amó.
Tampoco eres un compromiso. No eres una promesa, ni una firma, ni un documento, ni un contrato.
Entonces, ¿qué eres en realidad?
¡Eres una decisión! Una hermosa decisión consciente y racional que toma cada ser libremente.
¡Qué hermoso es cuando un ser decide amar a otro ser! ¡Qué sublime cuando la decisión es mutua!
Cuando alguien decide amar, adquiere ciertos compromisos que se repiten en el día a día. A partir de ese momento decide también, sin condiciones ni límites de tiempo, ser fiel, honesto, paciente, respetuoso, tolerante, generoso, amigo, refugio.    
Entonces, solo entonces, podemos decir con certeza que eres tú, que estás presente.
Amorosamente,

Un fiel seguidor




1 comentario:

  1. valioso, cerca de lo profundo pero: "se nos murio' el amor" es una hermosa cancio'n, una realidad posible y ma's si se le da tiempo al tiempo, el que corroe los mejores aceros; pero el intento es bueno y no fa'cil de encontrar en los escritos

    ResponderEliminar

Las mil caras del Ávila

    El Cerro El Ávila es mucho más que una montaña: es la identidad viva de Caracas y un puente simbólico entre Venezuela, mi país natal, y ...